Escritores universales

González Martínez Enrique

Lugar y Fecha de Nacimiento(Defunción):ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ

DATOS BIOGRÁFICOS DE UN GRAN POETA MEXICANO

Nació en Guadalajara, Jal. el 13 de abril de 1871. Estudió en el Seminario y en la misma ciudad se recibió de médico, en 1893, desde joven publicó sus versos en periódicos y revistas. Ejerció como médico quince años en diversos lugares del estado de Sinaloa. En 1911 se radica en México, donde fundó la revista literaria Argos (1912) y más tarde Pegaso; fue editorialista de El Imparcial (1912),
presidente del Ateneo de la Juventud (1912), subsecretario de Instrucción y Bellas Artes por corto tiempo, secretario del Gobierno del estado de Puebla, profesor de Literatura Mexicana en la Escuela Nacional Preparatoria. En 1920 ingresó al
servicio diplomático y ocupó los puestos de ministro en Chile, Argentina y España. En 1931 regresa a México. fue miembro fundador del Seminario de Cultura
Mexicana y de El Colegio Nacional. Fue miembro de la Academia Mexicana
correspondiente de la Española, En 1944 recibió el Premio Avila Camacho:
Su obra fue influida por la poesía simbolista francesa, se sitúa en las postrimerías del modernismo. Falleció este gran poeta en la ciudad de México, el año de 1952.



-------------------------------------------------------------------------------------------------------

Enrique González Martínez
Como hermana y hermano
Como hermana y hermano
vamos los dos cogidos de la mano...

En la quietud de la pradera hay una
blanca y radiosa claridad de luna,
y el paisaje nocturno es tan risueño
que con ser realidad parece sueño.
De pronto, en un recodo del camino,
oímos un cantar... parece el trino
de un ave nunca oída
un canto de otro mundo y de otra vida...
¿Oyes? -me dices- y a mi rostro juntas
tus pupilas preñadas de preguntas.
la dulce calma de la noche es tanta
que se escuchan latir los corazones.
Yo te digo: no temas, hay canciones
que no sabremos nunca quién las canta.

Como hermana y hermano
vamos los dos cogidos de la mano...

Besado por el soplo de la brisa,
el estanque cercano se divisa...
Bañándose en las ondas hay un astro;
un cisne alarga el cuello lentamente
como blanca serpiente
que saliera de un huevo de alabastro...
Mientras miras el agua silenciosa,
como un vuelo fugaz de mariposa
sientes sobre la nuca el cosquilleo,
la pasajera onda de un deseo,
el espasmo sutil, el calosfrío,
de un beso ardiente, cual si fuera mío...
Alzas a mí tu rostro amedrentado
y trémula murmuras: ¿me has besado?...
Tu breve mano oprime
mi mano; y yo a tu oído: ¿sabes?, esos
besos nunca sabrás quién los imprime...
Acaso, ni siquiera si son besos...

Como hermana y hermano
vamos los dos cogidos de la mano...

En un desfalleciente desvarío,
tu rostro apoyas en el pecho mío,
y sientes resbalar sobre tu frente
una lágrima ardiente...
Me clavas tus pupilas soñadoras
y tiernamente me preguntas: ¿lloras?
Secos están mis ojos... Hasta el fondo
puedes mirar en ellos... Pero advierte
que hay lágrimas nocturnas - te respondo-
que no sabremos nunca quién las vierte.

Como hermana y hermano
vamos los dos cogidos de la mano...

Cuando sepas hallar una sonrisa
Cuando sepas hallar una sonrisa
en la gota sutil que se rezuma
de las porosas piedras, en la bruma,
en el sol, en el ave y en la brisa;

cuando nada a tus ojos quede inerte,
ni informe, ni incoloro, ni lejano,
y penetres la vida y el arcano
del silencio, las sombras y la muerte;

cuando tiendas la vista a los diversos
rumbos del cosmos, y tu esfuerzo propio
sea como potente microscopio
que va hallando invisibles universos;

entonces en las flamas de la hoguera
de un amor infinito y sobrehumano,
como el santo de Asís, dirás hermano
al árbol, al celaje y a la fiera.

Sentirás en la inmensa muchedumbre
de seres y de cosas tu ser mismo;
serás todo pavor con el abismo
y serás todo orgullo con la cumbre.

Sacudirá tu amor el polvo infecto
que macula el blancor de la azucena,
bendecirás las márgenes de arena
y adorarás el vuelo del insecto;

y besarás el garfio del espino
y el sedeño ropaje de las dalias...
Y quitarás piadoso tus sandalias
por no herir a las piedras del camino.

---------------------------------------------------------------------


Guadalajara Jal. (1871-1952)


Ir al menu