Cronología del Cine Mexicano


Allá en el Rancho Grande

Año: 1936
Director(es):Fernando de Fuentes

Allá en el Rancho Grande (1936)
México Blanco y Negro
Lugar dentro de las 100 mejores películas del cine mexicano: 89
Una producción de:
Alfonso Rivas Bustamante y Fernando de Fuentes
Género:
Comedia ranchera
Duración:
100 min.
Sonido:
Monoaural
Dirección:
Fernando de Fuentes
Asistente de dirección:
Mario de Lara
Producción:
Antonio Díaz Lombardo; productores ejecutivos: Alfonso Rivas Bustamante y Fernando de Fuentes; gerente de producción: Alfonso Sánchez Tello
Guión:
Antonio Guzmán Aguilera (Guz Águila) y Luz Guzmán de Arellano; adaptación: Fernando de Fuentes y Antonio Guzmán Aguilera
Fotografía:
Gabriel Figueroa
Escenografía:
Jorge Fernández
Maquillaje:
Dolores Camarillo "Fraustita"
Edición:
Fernando de Fuentes
Sonido:
B. J. Kroger
Música:
Lorenzo Barcelata; canciones: Lorenzo Barcelata ("Amanecer ranchero, "Por tí aprendí a querer", "Lucha María", "Coplas" y "Presumida"), José López Alavés ("Canción mixteca") y anónimo ("Allá en el Rancho Grande"). Esta última probablemente de Silvano R. Ramos
Reparto:
Tito Guízar
....
José Francisco Ruelas
René Cardona
....
Felipe
Esther Fernández
....
Cruz (Crucita)
Lorenzo Barcelata
....
Martín
Emma Roldán
....
Ángela
Carlos López "Chaflán"
....
Florentino
Margarita Cortés
....
Eulalia
Manuel Noriega
....
don Rosendo
Hernán Vera
....
don Venancio
Alfonso Sánchez Tello
....
Nabor Peña
David Valle González
....
don Nicho
Carlos L. Cabello
....
Emeterio
Armando Alemán
....
José Francisco, niño
Gaspar Núñez
....
Felipe, niño
Lucha María Ávila
....
Cruz, niña
Clifford Carr
....
Pete, el gringo
Paco Martínez
....
médico
Juan García
....
Gabino
Emilio Fernández
....
bailarín de "el Jarabe Tapatío"
Olga Falcón
....
bailarina de "el Jarabe Tapatío"
Jesús Melgarejo

Trío Murciélagos

Trío Tariácuri

Sinopsis:
La amistad entre el hacendado Felipe y su caporal Martín se ve amenazada por una serie de enredos y malentendidos alrededor de la virginidad de Crucita, una joven campesina de la que Martín está enamorado. Las equivocaciones se van resolviendo entre coplas, bailes y canciones.
Comentario:
Filmada después de Vámonos con Pancho Villa (1935), pero estrenada casi tres meses antes, Allá en el Rancho Grande es la cinta que logró colocar al cine mexicano dentro del panorama fímico mundial. Mérito importante pero insatisfactorio para el director Fernando de Fuentes, quien no vivió lo suficiente para comprobar que su preferencia hacia la primera era compartida por críticos e historiadores del cine nacional, hasta el grado de considerarla como la mejor película mexicana de todos los tiempos.
La oposición entre la aguda visión crítica presente en Vámonos con Pancho Villa (1935) y El compadre Mendoza (1933) y la complacencia comercial de Allá en el Rancho Grande sólo se explica a raiz del fracaso económico de las dos primeras. Es probable que De Fuentes haya acometido el rodaje de Allá en el Rancho Grande por recuperarse económicamente sin adivinar que se convertiría en su filme más taquillero y, paradójicamente, en el más alejado a sus pretensiones artísticas. A partir de esta película, Fernando de Fuentes lograría otros éxitos de taquilla, pero ninguno de sus siguientes filmes alcanzaría el valor estético de sus primeras obras.
Con una trama presentada ya en otros filmes -como el mexicano En la hacienda (1921) de Ernesto Vollrath y el español Nobleza baturra (1935) de Florián Rey- el argumento de los hermanos Guzmán Aguilera se desarrolla en el marco de un idílico paraje campirano, con hacendados y peones a quienes la Revolución no parece importarles tanto como las fiestas, jaripeos y canciones. Los argumentistas -experimentados escritores de teatro de revista- incorporaron a la historia algunos "gags" cómicos de comprobada popularidad en el medio teatral mexicano para aligerar una trama que, en esencia, es un alegato sobre "el derecho de pernada" y sus consecuencias.
Paradójicamente, el cine mexicano llevaba casi dos décadas intentando lograr el éxito comercial al mismo tiempo que libraba una batalla contra la representación extranjera folclorista de "lo mexicano", entendido como un punto de convergencia entre charros cantores, manolas enmantilladas y gauchos con sombreritos de borlas. De ahí que el triunfo internacional de Allá en el Rancho Grande sea, al mismo tiempo, el fracaso de tan aguerrida empresa en pro de la dignidad nacional. El filme más artificial sobre "lo mexicano" realizado en México se alzó con el premio a la Mejor Fotografía del Festival de Venecia de 1938, al mismo tiempo que lograba ser exhibido con subtítulos en inglés en los Estados Unidos. A partir de ese momento, el cine mexicano iniciaba un camino que conduciría a otras expresiones de folclorismo (aderezado con "dignidad") como la obra fílmica de Emilio Fernández, y que tendría su expresión más reciente -y no menos taquillera- en Como agua para chocolate (1992) de Alfonso Arau.
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Fuente: http://cinemexicano.mty.itesm.mx/front.html


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