Distinto amanecer Año: 1943 Director(es):Julio Bracho Distinto amanecer (1943) México Blanco y Negro Lugar dentro de las 100 mejores películas del cine mexicano: 22 Una producción de: Films Mundales Género: Drama urbano Duración: 108 min. Sonido: Monoaural Dirección: Julio Bracho Asistente de Dirección: Felipe Palomino; anotadora: Matilde Landeta Producción: Emilio Gómez Muriel; jefe de producción: Armando Espinosa Guión: Julio Bracho, con algunas ideas tomadas de "La vida conyugal" de Max Aub; colaborador en los diálogos: Xavier Villaurrutia Fotografía: Gabriel Figueroa; operador de cámara: Domingo Carrillo Escenografía: Jorge Fernández Maquillaje: Irene Iglesias Edición: Gloria Schoemann Sonido: Howard Randall Música: Raúl Lavista (con el "Claro de luna" de Beethovenn); arreglos musicales: Manuel Esperón; canciones: Agustín Lara ("Cada noche un amor"), Antonio Fernández ("La negra Leonor"), Abelardo Valdés ("Almendra") y otros. Reparto: Andrea Palma .... Julieta Pedro Armendáriz .... Octavio Alberto Galán .... Ignacio Elizalde Narciso Busquets .... Juanito Beatriz Ramos .... amante de Ignacio Paco Fuentes .... Memo Octavio Martínez .... Jorge Ruiz Felipe Montoya .... don Santos Enrique Uthoff .... Vidal Maruja Grifell .... esposa de Ruiz Manuel Arvide .... pistolero Lucila Bowling .... Gloria, cabaretera Manuel Dondé .... pistolero Manuel Roche .... extra Guillermo Zetina .... extra David Valle González .... extra Ana María González .... atracción musical Kiko Mendive .... atracción musical Yolanda de la Cruz .... atracción musical Sinopsis: Un líder sindical es asesinado por órdenes del corrupto gobernador Vidal. Octavio, compañero del líder asesinado, busca unos documentos que comprometen al asesino. Perseguido por los esbirros de Vidal, Octavio se encuentra con Julieta, una antigua compañera de la universidad de la cual estuvo enamorado. Julieta lo acompaña en la búsqueda de los documentos, mientras se debate entre el amor que siente hacia él y el compromiso que tiene con su familia. Comentario: Con Europa y los Estados Unidos en guerra, el cine mexicano aprovechó una oportunidad única en su historia para convertirse en una industria capaz de exportar sus productos a otros países de habla española. "La guerra no sólo libró al cine mexicano de la competencia europea en sus mercados sino que, incluso, disminuyó en elgún grado la propia competencia norteamericana." García Riera, E. (1992). Historia documental del cine mexicano III: 1943-1945. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, p. 7. Poco después de la entrada de los Estados Unidos al conflicto, México declaró la guerra a las potencias del Eje. Esta situación colocó a nuestro país en una posición privilegiada ante la escasez de celuloide, materia prima para la producción de películas. Argentina y España, principales competidoras de México, mantenían nexos evidentes con Alemania e Italia por lo que no recibieron ayuda de los Estados Unidos para continuar con su producción. Sin embargo, sería injusto atribuir sólo a la ayuda norteamericana o a las condiciones favorables de mercado los logros del cine mexicano de esta época de oro. La rápida expansión de la industria del cine en México se explica también por la consolidación de sus sistemas de producción y por la calidad de sus productos. Distinto amanecer es un ejemplo clásico del cine de esta primera etapa de la época de oro. El filme del director Julio Bracho -un intelectual de extracción teatral- posee una excelente factura técnica y destaca por su acertada combinación de excelentes actuaciones y una trama de actualidad ambientada espléndidamente en locaciones reales, algo inusual para el cine que se había hecho hasta ese momento. Alabada por la crítica mexicana como una de las mejores películas de su tiempo, Distinto amanecer muestra a un cine mexicano alejado de los estereotipos rurales que se popularizaron a raíz del éxito de Allá en el Rancho Grande (1936). La gran protagonista de esta cinta es la ciudad -la metrópolis en que se estaba convirtiendo la capital mexicana- con sus ambientes sórdidos y personajes corruptos. Si la ciudad de México se estaba volviendo un sitio cosmopolita, el cine que se producía en ella reflejaba esta transformación. Al terminar la década de los cuarenta, los ambientes rurales terminarían por ceder el paso a los entornos urbanos, enmedio de los cuales surgirían nuevas estrellas como David Silva, Pedro Infante o Ninón Sevilla, quienes encarnarían a los obreros y cabareteras, arquetipos de la nueva realidad urbana del país. ----------------------------------- Fuente: http://cinemexicano.mty.itesm.mx/front.html |