Pintores Mexicanos

Belkin Arnold

Fecha de Nacimiento(Defunción):Calgary, Canada. (1930)

Arnold Belkin

Nació en Calgary, Canadá, en 1930. Estudió pintura en la Escuela de Arte de Vancouver. Atraído por el muralismo mexicano, llegó a México en 1948 y desde entonces radica en el país. En ese mismo año ingresó a La Esmeralda, estudiando con los maestros Agustín Lazo, Carlos Orozco Romero y Andrés Sánchez Flores. Entre 1954 y 56 estudió grabado en metal con Lola Cueto en el Mexico City College y litografía en la Escuela de Artes del Libro, con el maestro Pedro Castelar. En 1960 asistió al taller de Guillermo Silva Santamaría, en la Ciudadela. En 1961 fue coautor, con Francisco Icaza, del manifiesto "Nueva Presencia. El Hombre en el Arte de Nuestro Tiempo". Por estos años formó parte del grupo de los Interioristas. En 1963 realizó la carpeta de litografías Two, con poemas de Jack Hirschman, publicada por la Galería Zora de Los Angeles. Ese mismo año recibió una Mención Honorífica de la Casa de las Américas, por la carpeta de litografías ya mencionada.

En 1984 realizó una edición de serigrafías con el tema de Simón Bolivar. Fue director del Museo Universitario del Chopo por breve tiempo, en 1984. En 1987 participó en las bienales de grabado de San Juan Puerto Rico y de La Habana, Cuba. Este mismo año participó con cinco grabados sobre el tema de Los Conquistadores para la caja-arte "El Inicio de la Nueva Espa*nág*, para el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la compañía Cartón y PapeI de México. En 1989 el Instituto Nacional de Bellas Artes organizó una magna retrospectiva de su obra (1955-1989) en el Palacio de Bellas Artes.

En 1990 el Museo Nacional de la Estampa presentó su primera gran retrospectiva de gráfica bajo el título de "35 Años de Presencia Gráfica de Arnold Belkin". Trabajó grabado en metal, litografía, serigrafía y algunas piezas de neográfica sobre papel amate. Murió el 3 de julio de 1992 en la Ciudad de México.

Día de la libertad
Litografía. 1954

En una primera etapa creativa, Belkin se unió al desideratum plástico de la escuela mexicana de pintura, con clara influencia de la obra orozquiana. Su expresión, empero, fraguaría en lenguaje sumamente distinto, sin perder la entraña social e histórica (épica) que le une con esa corriente.

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