Desolación
Manuel S. Acuña
Llevo en mi senda sembrada de abrojos
aquel recuerdo que no morirá,
llevo en mi pecho sangrando una herida,
tu cruel falsía que me matará.
Juraste amarme, fingiste quererme
y yo te amaba con adoración,
un día te fuiste y en mi triste vida
dejaste penas y desolación.
Ahora solo en mis noches
cuando sueño con tu amor,
veo tu imagen traidora
y me despierta el dolor.
Más si algún día te ves abatida
y un desengaño te hace llorar,
ven a mis brazos y cura la herida
que tus pesares sabré consolar.