Alborada
L. y M. de Lauro Uranga
De las flores de mi jardín,
llenas de tristeza y de dolor,
llenas de tristeza y de dolor.
Guardo yo para ti mi jazmín,
y con él te doy todo mi amor,
y con él te doy todo mi amor.
Yo las guardo con cariño,
porque son tuyas;
y ellas siempre me recuerdan,
de tus amores,
Recuerda niña, la promesa de tu amor;
y nunca olvides a este pobre trovador.
Son tus labios tan amantes, que en mi corazón;
guardo yo para ti un jazmín,
y con él te doy todo mi amor,
y con él te doy todo mi amor.