Mariquita se llamaba
J. A. Ramírez
Mariquita se llamaba
la que me lavó el pañuelo;
lo lavó con vino blanco
y lo enjuagó con romero.
Trigueñita te hizo el cielo
para mi condenación,
tu boca de caramelo
me llena de tentación.
Doncellita linda,
si me oyes chiflar,
ven a la cañada
para platicar.
Mariquita ya no quiere
lavarme ese pañuelito;
Mariquita ya no quiere
lavarme ese pañuelito,
ahora está lava que lava
los pañales del chiquito.
El amor, yo te aseguro,
no tan fácil se desata,
porque queda tan seguro
como el águila en la plata.