Prohibido
M. Sucker y C. Bahr
Yo sé que aunque tu boca me enloquezca
besarla está prohibido, sin perdón,
y sé que aunque también tú me deseas
hay alguien interpuesto entre los dos.
El deseo nos junta
y el honor nos separa,
y aunque amar no es disculpa
que salva de culpa al amor.
Tu destino es quererme
mi destino es quererte,
y el destino es más fuerte
que el perjuicio, el deber y el honor.
De otro brazo andarás por la vida
pero tu alma estará donde estoy;
por prohibido que sea
que en mis brazos te tenga,
en el Mundo no hay fuerza
que pueda prohibir que te quiera,
y nos mate este amor.