Cronología del Cine Mexicano

Ruiz Rodrigo

Fecha de Nacimiento(Defunción):Guadalajara, Jal.(1921-1999)

Nombre: Ruiz Rodrigo
Disciplina: Deporte
Lugar y Fecha de Nacimiento: Guadalajara, Jal. (1921-1999)

Sinópsis Biográfica: Rodrigo Ruiz Zárate (1921-1999)DeporteEn 1954, se despidió de las canchas de fútbol, después de haber pertenecido a ellas durante 15 años. Pero apenas el 5 de mayo de el presente año, el adiós de Rodrigo Ruiz Zárate fue definitivo. A las 16:15 horas, un paro respiratorio terminó con la vida de uno de los más grandes futbolistas que ha dado Jalisco. Su deceso fue en su propio hogar, en la colonia Santa Teresita. "Ahí murió, pues nos tomó por sorpresa. No había estado enfermo, sólo un poco cansado últimamente, pero jamás pensamos que llegara a ocurrirle esto", dijo conmovida Carmen Ruiz, hija mayor del ex futbolista. Rodrigo Ruiz nació en Guadalajara hace 78 años, dedicando 15 años de su vida al fútbol. En 1938, inició su carrera profesional con el Atlas, aunque poco tiempo después se incorporó a las filas de la legendaria Selección Jalisco, donde se desempeñaba como centro medio. Para 1943, todavía con el Atlas, comenzó el primer torneo de la Liga Mayor, aunque sólo participó como rojinegro durante una temporada. El Oro y el Toluca también lo tuvieron entre sus filas, aunque fue con éste último con el que se despidió del fútbol.Aunque quizá su mayor logro fue el haber vestido en muchas ocasiones, la casaca de la selección nacional, hasta llegar a ser convocado para el Mundial de Brasil en 1950. Rodrigo Ruiz falleció en su ciudad. La misma ciudad que lo vio nacer como futbolista y que ahora sólo tiene el recuerdo de su fútbol. Le sobreviven sus hijos Carmen, Patricia, José Francisco y Luis Antonio, y dos más de su segundo matrimonio.Nació en el Barrio de la capilla de Jesús, el 13 de marzo de 1921. Jugó con el Iberia y prosiguió con este equipo cuando se volvió el Revolución y con la Selección Jalisco hasta que en 1943 se inició el profesionalismo en México. Jugó con Atlas, Asturias, Guadalajara, Oro y Toluca. Tuvo ofertas para irse a jugar a Inglaterra, cuando un técnico escocés dirigía al Asturias. El apego a la tierra y a su gente le impidieron salir de México. De 1945 a 1954, cuando se retiró, todos los equipos de la Liga Mayor se lo disputaban, pero él decidió quedarse en Jalisco. Cuando jugaba para el Asturias (1944), el entonces gobernador de Jalisco lo trajo de vuelta, al Guadalajara.Rodrigo Ruiz Zárate nunca perdió la elegancia. Ni dentro, ni fuera de la cancha. Con o sin balón. Dejó su querido barrio de Santa Teresita. Su casa en la calle de Ramos Millán. Sus pacientes, con los que trabajaba como quiropráctico. Pero por sobre todas las cosas, dejó el recuerdo de su gran estilo: tanto en la cancha, como fuera de ella.Dentro del terreno de juego se le recuerda como el mejor centrocampista del país. En el viejo esquema de 2-3-5, nunca nadie desplegó la clase e hizo gala, a su vez, de la fuerza que la posición requiere, como Ruiz Zárate. Hace un año aceptó que en estos tiempos hubiera desempeñado las funciones de un 6, es decir, un medio de contención.Experto en los quehaceres defensivos, recordó que en el Mundial de Brasil 1950, en el partido debut de México, ante la selección local, sacó 3 balones de la línea de gol, lo que evitó una catástrofe mayor para el Tri, que perdió ese partido por 4-0.Sin embargo, no sólo sabía meter la pierna con energía. También sabía qué hacer cuando tenía el balón en los pies. Dicen los que le vieron jugar que donde ponía el ojo, ponía la pelota. Dotado de buena técnica individual, no le fue difícil trabar una buena amistad con aquellos viejos balones de cuero, tan susceptibles y difíciles de tratar, que no cualquiera podía presumir de una buena relación con esos esféricos. Por algún tiempo quiso dedicarse a entrenar, pero, como él mismo dijo, "me desilusionó el que los directivos me quisieran mandar ".Así, tuvo tiempo de dedicarse a su otra pasión: la música. Componía sus melodías y hasta llegó a grabar un disco en 1972. Al Tricolor le compuso una marcha. A últimas fechas se apoyaba en un bastón, pero ni así perdía la elegancia. Siempre vistió de manera impecable. Hasta que le quedó chica esta cancha. Y es que si pateaba el balón como los ángeles, ¿porqué no irse a "cascarear" con ellos? No sólo sabía meter la pierna. También sabía qué hacer con el balón en los pies.
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Fuente: Página Web del Gno. de Jalisco. Dic. 2000
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